Un útil capricho para leer con tu reader PAPYRE 6.1 a todas horas: ¡Hágase la luz! (y la luz se hizo)

Todos los que nos gusta leer tenemos el recuerdo infantil de intentar leer con una linterna por debajo de la sábana; porque las horas de luz paterna permitida se nos hacían cortas para terminar ese cómic o novela que nos tenía enganchados.
Precisamente, una de las cosas que se critica del  PAPYRE 6.1 y de los lectores electrónicos, de su estilo es que no tiene una pantalla retroiluminada, limitando las posibilidades de uso a las situaciones con luz suficiente. En realidad, exactamente igual que los libros a los que pretende reemplazar.
En la web de uno de los parientes europeos del PAPYRE 6.1 vi que vendían el lector electrónico en un bundle con varios accesorios y útiles. Precisamente uno de los útiles era una linterna de pinza. Y me pareció una buena idea.
He estado buscando y probando con mi PAPYRE 6.1 a cuestas y dando el coñazo a los dependientes, pidiendo un espacio a oscuras para probar los distintos productos que iba encontrando. Ninguno me satisfacía. O poca iluminación, o mucho reflejo, o poca luz con mucho reflejo; o simplemente incómodos y caros.
Pero el otro día lo vi y tuve la intuición de que podía servir. No podía probarlo porque viene en un blíster que no puede abrirse. Aun así me arriesgué y ha habido suerte.
Como veis tiene una pinza que puede fijarse de forma muy práctica a la funda del PAPYRE 6.1, el cuerpo es completamente flexible para darle la forma necesaria, pesa y abulta muy poco; y encima ¡hasta el color hace juego!
Lo he probado y he podido leer cómodamente en la oscuridad del dormitorio mientras mi mujer (bendita ella) dormía al lado sin enterarse. La luz tiene un color blanco puro e intenso e ilumina muy bien sin brillos.
Lo encontré en la Papelería del “Gran Almacén por Antonomasia” (ya sabéis cual es) de detrás de la Puerta del Sol. El fabricante es “Energizer” (el de las pilas, de las que por cierto lleva 2 de botón) y me costó 12€.
¿Caro? En función de lo que había visto hasta ese momento, no.