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miércoles, 1 de septiembre de 2010

Estudio comparativo de la velocidad de lectura entre iPad, libro electrónico y libro impreso: ¡Gutenberg gana!

Jakob NielsenJakob Nielsen, uno de los gurús sobre usabilidad en la web ha realizado un estudio comparativo sobre la velocidad de lectura en los cuatro medios: iPad, libro electrónico (Kindle), PC y libro convencional.

Las condiciones del estudio
Para abstraerse del interface en lo posible, los usuarios conocían el manejo de los programas “estándar” de lectura; el programa iBook (iPad) y el lector ePUB (Kindle). Se realizaba sobre un texto lineal (una novela). Se obviaban otros parámetros tales como la curva de aprendizaje, instalación, usabilidad, etc.. Los usuarios leían un relato corto de Hemingway en los distintos medios, alrededor de 17 minutos y medio de lectura; muy inferior a una novela completa pero de duración superior a la típica lectura de contenidos cortos de la web. Al finalizar, cumplimentaban una pequeña prueba de comprensión sobre lo leído, únicamente para asegurar que habían realizado una lectura “normal”; y no ningún tipo de lectura “rápida”. Se procuraba un entorno de lectura cómodo.
Se han utilizado sujetos con afición a la lectura superior a la media; lo cual parece consistente con el tipo de propietario de los lectores electrónicos. Al final, se recopilaron los datos de 24 usuarios.

Los resultados
Los tiempos del iPad fueron un 6,2% más lentos que los del libro convencional.
Los tiempos del Kindle fueron un 10,7% más lentos que los del libro convencional.


Aunque la variabilidad de los datos fue tan grande que no puede extraerse la consecuencia de que el iPad ofrezca una velocidad de lectura superior al Kindle.
Pero si quedó claro que tanto iPad como Kindle ofrecieron una velocidad de lectura MENOR que el libro convencional. (Con una probabilidad inferior al 0,1% de que esta conclusión se deba a la casualidad.)
De propina, se pidió a los sujetos que puntuaran la satisfacción de usuario en los distintos dispositivos iPad (5.8), Kindle (5.7) y libro convencional (5.6). El PC se cayó de la tabla con un paupérrimo 3.6.

Algunos de los comentarios de los sujetos del estudio fueron bastante predecibles:


-el iPad resulta incomodo por su peso


- el Kindle debería tener mayor contraste entre los tipos y el fundo gris de la pantalla e-ink


- los programas de lectura sin paginación “real” resultan molestos; y las barras de progreso que indican el texto restante gustan a los usuarios.
- el PC recuerda demasiado al “curro” por lo que no resulta tan relajante como el libro de papel que recuerda a los momentos de ocio.

Mis conclusiones
Jakob Nielsen, que tiene estudios muy interesantes sobre usabilidad web, a veces parece que tiene la tentación de reinventar la pólvora por conseguir un buen titular o una conclusión impactante. De hecho, lo último que había ledo de él es su afirmación de que el tipo de lectura corta y no-lineal propia del surfeo web está deteriorando la capacidad de lectura comprensiva en textos lineales. Dicho de otra manera, leer en INTERNET agilipolla atontolina al personal.

Por supuesto que el libro convencional es más rápido. Para empezar, ese relato corto seguro que cabe (en tamaño legible) en menos páginas impresas que en los correspondientes pantallazos de un iPad o e-reader. Suponiendo que el tiempo para pasar de página fuera idéntico en dispositivos digitales y analógicos; ahí ya tendríamos un diferencial favorable al libro. Pero además seguramente el tiempo medio de pase de página “digital-manual” (o sea con los deditos) es inferior al tiempo de pase de página “digital-digital”, lo cual aumentaría el diferencial a favor del libro convencional.


Pero es que además, los automatismos mentales de la lectura convencional le llevan muchos años de ventaja (y miles, quizá millones de repeticiones de ventaja) a los automatismos propios de la lectura en dispositivo digital. Parece lógico que sean más rápidos.

Pero ¿Y si computáramos el proceso completo de lectura de ocio? Se me ocurre leer un libro y me desplazo a mi biblioteca física, busco el libro; no lo encuentro porque está en la otra estantería. Por fin lo encuentro y vuelvo a mi sillón. Abro el libro por el marcapáginas. Empiezo a leer. Esto ya lo he leído. Pierdo un par de minutos en encontrar el punto aproximado donde dejé mi lectura la sesión anterior. Empiezo por fin a leer. Han pasado 15 minutos.
En digital, cojo mi iPad y… me dejé el Wifi encendido. No tiene batería. Me pongo a ver la tele.
Por otro lado, con Mi PAPYRE o Mi BOOQ AVANT, lo cojo; busco el autor deseado o me posiciono avanzando en el bookshelf, pulso el libro y empiezo a leer en la página donde lo dejé. Han pasado 30 segundos.
¿Quien es el más rápido?

En definitiva
Las ventajas estéticas y sensoriales del libro tradicional difícilmente podrán ser superadas por el libro electrónico (excepto cuando se convierta en una experiencia holística de realidad virtual). Y las ventajas prácticas de los dispositivos digitales son evidentes. Igual de evidentes que sus carencias o limitaciones. Pero la gran diferencia reside en que el libro impreso ya ha alcanzado su máximo potencial para lo bueno y para lo malo. Sin embargo, el libro electrónico es una entidad en proceso de desarrollo con un gran potencial de mejora.

2 comentarios

  1. "En digital, cojo mi iPad y… me dejé el Wifi encendido. No tiene batería. Me pongo a ver la tele."

    Ese comentario me parece una tontería de alguien que no ha usado un iPad. El iPad tiene más de 10 horas de autonomía usándolo a toda leche con todo lo que más gasta. Así que si no tienes batería es que eres un descuidado y no lo recargas nunca. Hasta mi Papyre tengo que recargarlo.

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  2. Kiermel, llevo usando el iPhone en todas sus versiones (no la 4G, todavía pero en breve) Y he estado usando un iPad corporativo con 3G. El iPad se desconecta del cargador justo según salgo por la puerta. Durante el trayecto (45 minutos) preparo una reunión, recojo correo, leo DOC, PPT, XLS, etc.. y navego. Llego a la reunión 9:30 horas (90 minutos), donde sigo consultando documentos, navegando y escribo un par de emails. Vuelvo a mi despacho y lo dejo encima de la mesa. Algunas veces, está conectado al WiFi en lugar de al 3G para acceder a Exchange, pero otras sigue en 3G.
    Me voy para casa a las 15:30, y voy leyendo internet para distraerme mientras escucho un MP3. No llego a casa con la batería o llega al 5%.
    El iOS es estupendo pero...se come la batería porque hace un montón de cosas.
    No digamos el día que se me ocurrió mostrar los videos corporativos de nuestro canal YouTube. Estaba sin batería antes de salir para casa. Las 10 horas no son accediendo intensivamente con 3G.
    La solución fué tener los meetings ENCHUFADO A LA RED.

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